sábado, 7 de mayo de 2011

SÁBATO Y "EL TÚNEL"



"El Túnel", de Ernesto Sábato

Con la muerte de Ernesto Sábato muere también una generación de
lectores, la mía, la de aquellos jóvenes que leímos "El túnel" por primera vez
a los diecisiete años ; texto de lectura casi obligatoria y a veces
clandestina en una escuela secundaria oscura, gris , donde la vida estudiantil se jugaba entre el secreto y el terror.




Aulas cuyo lenguaje imponía el silencio , los ritos castrenses de un año como el 77,con las filas,los uniformes y las distancias debidas;en cumplimiento de un orden,pautado por pura disciplina,para educar almas jóvenes.



-Sábato viene así a mi vida de estudiante : -del universo científico, doctor en Física, era militante de organizaciones estudiantiles anarquistas , antes de ingresar como afiliado y convertirse en dirigente del Partido Comunista, viaja en calidad de tal por Europa y América, fue becado por Houssey para trabajar en París en el laboratorio Curie sobre radiaciones atómicas.




Allí toma contacto con los surrealistas y comienza las páginas de una primera novela que nunca publicaría.
-En aquel otoño que siguió a la guerra, Sábato descubrió que su vocación
y su destino eran la literatura.
-En 1948,dice la cronología literaria, aparece su novela "El túnel", ya ha dejado atrás su carrera de científico, Sábato descubre que todo lo aprendido inicialmente en el mundo de la ciencia no hace más que complementar y afirmar esta búsqueda intensa, inquietante que emprende sobre el hombre en el mundo,convertido al arte, la escritura, la literatura, la existencia humana en un universo minado por la angustia y la desesperanza.



-El siguiente fragmento de su novela; "El túnel", así lo refleja; y me visita hoy con otras intensidades diferentes a las de aquella estudiante que yo fui cuando leí el libro por primera vez, entonces yo era otra; distinta de esta mujer adulta que soy ahora ;cuando vuelvo a la vieja página marcada por mí.- busco ese fragmento amarillo, gastado, manchado, con aquel olor a humedad y,vuelve la nostalgia de mis horas solitarias de lectura, a resguardo de todos, incluso del mundo mismo que me rodeaba y oprimía.




Entonces por esos años leer a Sábato significaba un atajo, cierto pasadizo por donde escapar a los controles que dominaban nuestras vidas ; era estar a solas disfrutando de su literatura, sabiendo que la sociedad y la vida constituían cierto túnel oscuro, ámbito del silencio, huérfanos como estábamos de la esperanza y la alegría.





"...¿realmente los pasadizos se habían unido y nuestras almas se

habían comunicado?¡Qué estupida ilusión la mía...los pasadizos seguían paralelos como antes,aunque ahora el muro que los separaba fuera como un muro de vidrio y yo pudiera ver a María como una figura silenciosa e intocable...la historia de los pasadizos era una ridícula invención o creencia mía y en todo caso había un solo túnel,oscuro y solitario:el mío,el túnel en que había transcurrido mi infancia,mi juventud,toda mi vida.Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esta muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío,cuando en realidad pertenecía al ancho mundo,al mundo sin límites de los que no viven en túneles;y quizás se había acercado por curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había entrevisto el espectáculo de mi insalvable soledad;o le había intrigado el lenguaje mudo,la clave de mi cuadro."






- fragmento de la novela "El túnel" (Sábato,Ernesto;pág:160,1972)

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